Santos
Severos disturbios pararon el juego de vuelta entre Santos e Independiente en Libertadores
A los 80 minutos estallaron dos petardos en Pacaembú, el árbitro paró el juego; la afición santista estaba enojada por lo acontecido en la ida.

A los 80 minutos del juego de vuelta entre Santos e Independiente, que se llevó a cabo en el Estadio Pacaembú de Sao Paulo, el partido fue parado por el árbitro por los disturbios de la afición local.
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Todo empezó con un par de petardos lanzados cerca del campo y que estallaron con estruendo. Esto de inmediato detuvo el juego. Una alineación 'indebida' según la Conmebol es el origen del enojo.
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Aficionados colgados de la reja que delimita la grada con la cancha y golpeando y pateando la cerca ante la mirada de la policía antidisturbios. El ambiente se puso muy tenso.
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Incluso aficionados en una sección del estadio despedazaron algunas butacas. Independiente se perfilaba para eliminar a Santos en octavos de final de la LIbertadores. Eso enardecía más a los hinchas.
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Y las cosas fueron a peor cuando se metieron al campo algunos aficionados. Cuca técnico de Santos, en chamarra blanca al centro reclamaba a los hinchas por haber saltado al campo y fastidiar el juego.
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El uruguayo Carlos Sánchez (izq)
alineó en el primer duelo de la serie pese a tener pendiente una sanción por su expulsión en un juego de la Copa Sudamericana 2015 cuando jugaba en River Plate
.
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Esto hizo que Santos regresara a la vuelta con la mala nota y con el 3-0 por default, habiendo perdido en la mesa el partido. Todo esto caldeó mucho el ambiente para la afición santista.
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Algunos sectores de la afición del equipo llamado 'Peixe' o el pez, sacó pancartas en las que indicaba que 'La Conmebol es mafiosa'. Para darnos una idea del enojo que desató el caos.
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En el primer tiempo se marcó un penalti a favor del equipo argentino, pero fue mal cobrado por Maximiliano Meza y detenido por el portero Vanderlei, situación que les dio esperanzas momentáneas.
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Sin embargo, el equipo local no fue capaz de generar muchas ocasiones de gol e Independiente estuvo bien plantado, situación que incomodó más a los de blanco.
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El árbitro del partido se llevó a los jugadores del equipo visitante a resguardo, con ayuda de la policía, para proteger su integridad.
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Con este resultado Independiente elimina a Santos 3-0 en el global y avanza a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
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La afición no pudo controlarse, especialmente los grupos de choque o barras bravas, los más violentos.
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La policía trató de mantener el orden en las gradas, una labor complicada porque eran superados en número los elementos del cuerpo policiaco en Sao Paulo.
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Por lo menos los aficionados que se saltaron a la cancha fueron oportunamente detenidos, como puede apreciarse.
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