La Liga
Gareth Bale reapareció con gol luego de tres meses en la victoria del Real Madrid sobre el Espanyol
Con goles del galés, quien estuvo por fuera tras una lesión, y el tanto de Álvaro Morata el cuadro merengue amplió su ventaja en el liderato de La Liga.
Real Madrid se impuso frente al Espanyol, por 2-0, con dos tantos de Álvaro Morata y Gareth Bale, resultado que le bastó al conjunto blanco para llevarse tres puntos con los que se asienta en el liderato.
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El estadio Snatiago Bernabéu recibió su segundo partido esta semana, luego del triunfo 3-1 del Real Madrid contra Napoli en el juego de ida de los octavos de final de la UEFA Champions League.
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Zinedine Zidane apostó por hacer rotaciones. Necesitaba dar descanso a algunos jugadores y sentó en el banquillo a James Rodríguez, a Casemiro y a Marcelo. Keylor Navas, Karim Benzema y Luka Modric, ni fueron convocados. Y, Sergio Ramos, con un problema en la cadera, también se quedó en la grada.
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El técnico francés puso siete caras nuevas sobre el césped: Casilla, Pepe, Nacho, Kovacic, Isco, Lucas Vázquez y Morata entraron en acción con el objetivo de dar la razón a su entrenador.
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Aunque mantuvo controlado todo el partido, el Real Madrid notó algunas de esas ausencias, en especial en el medio campo.
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Isco fue clave para el conjunto blanco, que durante muchas fases del choque se atascó ante un rival que no quiso jugar demasiado. El centrocampista malagueño fue rumiando la victoria y con dos fogonazos selló el destino de sus rivales.
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Mientras el Real Madrid andaba buscando el camino del gol, el Espanyol asustó con un fuera de juego ajustado de Gerard Moreno, que tuvo que frenar en seco cuando se quedaba solo delante de Casilla. El visitante buscó aprovechar la rotación.
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Isco lanzó un pase ajustado a la cabeza de Morata. El delantero blanco batió a Diego López con un testarazo de manual y, después de siete partidos consecutivos como suplente, marcó su séptimo tanto en liga y ya suma 11 dianas en todas las competiciones.
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Morata no disfruta de los mismos minutos que otros, pero claramente es un jugador efectivo. Y, esa efectividad, sirvió al Real Madrid para abrir un encuentro enredado que sólo se iba a abrir con un detalle que aportaron Isco y Morata.
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El delantero disputa el puesto de titular con Karim Benzema, en un duelo de dos de los goleadores más efectivos en el fútbol español.
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Cristiano, mientras, ejerció otra vez un rol diferente, más generoso y grupal, como frente al Nápoles. Parece que el portugués está cambiando su "modus operandi" y se ha convertido en un jugador más combinativo.
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Así se llegó al descanso, con un 1-0 escaso y no definitivo, con apariciones esporádicas de Isco y Morata y con las buenas intenciones de Cristiano. No hubo mucho más, el rival y algunas ausencias no invitaban a permitir buen fútbol. Pero, ese tanto, era suficiente.
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El tiempo fue pasando y las noticias sobre el césped eran escasas aparte de la entrada de Casemiro, que sustituyó a Kovacic al principio de la segunda parte. Éstas se reactivaron con la reaparición de Gareth Bale.
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Gareth Bale marcó el segundo tanto del partido al minuto 83, con lo que sentenció el resultado tras una cabalgada y pase de Isco.
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El aplauso se lo llevó Bale con su sexto tanto del curso pero el mérito, como en el tanto de Morata, fue del centrocampista malagueño.
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Bale volvió a jugar 88 días después de lesionarse el pasado 22 de noviembre y tener que ser operado del tobillo izquierdo.
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El arquero Diego López fue determinante para evitar que la ventaja fuera mayor en el Santiago Bernabéu.
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La fiesta se mantiene en Real Madrid, que es líder con 52 puntos, cuatro más que Barcelona que es segundo. El Madrid aún tiene dos juegos pendientes en La Liga.
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