Fútbol
Senegal 2002: una historia africana de superación que jamás se repetirá
Como de película: el desconocido técnico francés Bruno Metsu reunió a un grupo de chicos humildes y los llevó a donde nadie nunca imaginó.
Las Copas del Mundo de la FIFA ya no tienen estos cuentos de hadas que hacen imaginar a los fanáticos que cualquier cosa es posible en el fútbol, que David puede ganarle a Goliath.
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Senegal, un pequeño país perdido en África que se independizó de Francia apenas en 1960, jamás había calificado a un Mundial. Sus uniformes ni siquiera tenían escudos.
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Un desconocido tomó las riendas de Senegal en 2001. Un año antes, había sido seleccionador de Guinea, país vecino de Senegal. ¿Su nombre? Bruno Metsu.
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Un jovencito de 21 años que jugaba en el Racing de Lens de Francia se transformaría en la estrella de la selección: El Hadji Ousseynou Diouf.
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El primer Goliath vencido por Senegal fue Egipto, la selección más ganadora de Copas Africanas de Naciones. En la imagen aparece el misterioso y enigmático goleador de los faraones, Mido.
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Senegal selló su clasificación para Corea y Japón 2002 y el capitán Aliou Cissé del Montpellier francés lo celebró alzando su bandera por todo lo alto.
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En enero del 2002, meses antes de la Copa del Mundo, llegó la Copa Africana de Naciones en Malí, donde Senegal venció a otro Goliath: la Nigeria de Kanu.
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Senegal continuó su cuento de hadas en el continente africano llegando hasta la final contra Camerún, que contaba con buenos jugadores como Rigobert Song y un joven Samuel Eto'o.
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Los Leones de la Teranga, apodo de Senegal, cayeron en penales contra los Leones Indomables, apodo de Camerún.
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Sin embargo, el subcampeonato africano valió para que el Presidente de la República de Senegal condecorara a todo el equipo con la medalla nacional del León al mérito.
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Las malas noticias para los Leones de la Teranga llegaron tras el sorteo mundialista, donde quedaron en el mismo grupo que la Francia monarca mundial.
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El partido inaugural de Corea y Japón 2002 en Seúl debía ser una fiesta gala ante un débil Senegal.
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Sin embargo, los senegaleses mostraron gran solidez defensiva personificada en el gran Ferdinand Coly, cuya velocidad neutralizó a la de Tití Henry.
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Era un partido con carga simbólica: varios seleccionados franceses como Patrick Vieira nacieron en Dakar, la capital de Senegal.
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Papa Bouba Diop sorprendió a propios y extraños haciendo el 1-0 del equipo africano contra el equipo europeo.
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El mejor jugador del Mundo, Zinedine Zidane, ausente por lesión, no podía creer lo que veían sus ojos.
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La gente senegalesa era minoría en el estadio de Seúl, pero muy ruidosa con sus tambores y vuvuzelas.
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David venció a Goliath una vez más.
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Fue un resultado que impactó a surcoreanos y japoneses.
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De ese modo, Senegal se convirtió en la cenicienta del Mundial y conquistó los corazones de los aficionados locales y del resto del mundo.
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Con su look sin corbata y con pelo largo, Metsu fue una brisa de aire fresco en las Copas del Mundo de la FIFA.
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Senegal selló su pase a octavos de final exhibiendo un veloz juego de contragolpe ante Dinamarca y Uruguay. Jugaban como si fueran leones cazando cebras en la sabana.
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En octavos de final se hallaron a la Suecia entrenada por Soderberg y Lagerback que venía de eliminar a la Argentina del Loco Bielsa.
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Los africanos noquearon en los tiempos extras 2-1 a una escuadra vikinga, que ya contaba con un joven llamado Zlatan Ibrahimovic.
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Senegal hizo historia como una de las tres selecciones africanas que han alcanzado los cuartos de final. Las otra dos son Camerún en Italia 1990 y Ghana en Sudáfrica 2010.
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En Japón, la gente realizó un esplendoroso lleno pletórico para unos cuartos de final entre dos cenicientas: Turquía y Senegal.
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La escuadra otomana venció en tiempos extras con gol de Ilhan Mansiz, poniendo así punto final a esta bella historia de David y Goliath.
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Diouf y Coly agradecieron a toda la gente por el cariño brindado en un verano irrepetible.
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El guardameta Tony Silva, Cissé y compañía se despidieron de Japón con la cara al sol.
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Metsu terminó su era con Senegal con ese duelo ante los turcos. En 2013 falleció a la edad de 59 años, víctima del cáncer. Su recuerdo perdurará en ese pequeño país para siempre.
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