Copa Confederaciones
Si Raúl Rodrigo Lara no hubiera fallado en Francia 1998
Son los recuerdos de aquel Mexico-Alemania que hizo soñar a los mexicanos con la gran definición del 'Matador' Hernández.
México y Alemania se citaron en el Estadio La Mosson de Montpellier en la fase de octavos de final de Francia '98.
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La escuadra entrenada por Manuel Lapuente calificó como segundo lugar del grupo compartido con Holanda, que a su vez enfrentó a Yugoslavia.
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El 'Tri' mezclaba experiencia (Marcelino Bernal, Jorge Campos, Alberto García Aspe) con juventud (Cuauhtémoc Blanco, Francisco Palencia, Pável Pardo).
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El silbante portugués Melo Pereira tuvo un buen desempeño, ya que no hubo polémica y el triunfo alemán fue justo.
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La afición mexicana poniendo ese toque de picardía que va con el 'Tri' a todas las citas mundialistas.
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Durante el primer tiempo México contuvo bien el peligro de Jürgen Klinsmann.
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Thomas Hässler, el enganche germano, fue bien cubierto por Germán Villa en una dura batalla por el medio campo en Montpellier.
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'El Emperador' Claudio Suárez tuvo una actuación imperial en el hombre-a-hombre ante delanteros de primer nivel.
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México jugó agresivamente, adelantando líneas, y en una descolgada Klinsmann se halló solo ante 'Brody' Campos, quien salió con valentía a jugarse el físico.
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La revelación del Mundial según la FIFA, Cuauhtémoc Blanco, tuvo una tarde muy difícil ante la vigilancia de Christian Wörns.
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'El Temo' nunca recibió balones cómodos, siempre de espaldas al marco. Se le pegaron como calcomanía.
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La 'Cuautemiña', jugada de fantasía que tan buenos frutos rindió contra Corea, Bélgica y Holanda, fue neutralizada hasta con doble marcación.
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Esta imagen ilustra que durante el primer tiempo los alemanes estaban bien contenidos por el medio campo tricolor.
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México intentó hacer daño con balones aéreos. Sin embargo, esa es una de las muchas especialidades de la escuela alemana.
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Claudio Suárez siempre se caracterizó por darle salida limpia al equipo con su depurada técnica.
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Un cambio típico de Manuel Lapuente era emplear a 'Cabrito' Jesús Arellano como revulsivo ofensivo.
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Arellano aprovechó su velocidad y picardía para hacer una jugada individual que terminó en el 1-0 de México a los dos minutos del segundo tiempo.
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Dietmar Hamann no sabía ni por dónde ante el caracolero extremo mexicano.
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'Matador' Hernández hizo soñar a todo un país con el famoso quinto partido.
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Hernández tuvo para hacer el segundo gol que hubiera matado a los alemanes, pero falló su remate ante el guardameta Andreas Köpke.
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'Cabrito' siguió intentándolo, siendo peligroso y demostrando creatividad.
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'El fútbol es un deporte jugado entre 11 contra 11 y que al final siempre ganan los alemanes' decía el delantero inglés Gary Lineker. Eso pasó en Montpellier.
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Klinsmann igualó el marcador al minuto 74, cuando los mexicanos tenían controlado todo.
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Raúl Rodrigo Lara se enredó con la bola entre las piernas y se la puso en bandeja de plata a Klinsmann.
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A cuatro minutos del final del partido, Oliver Bierhoff aprovechó un raro despiste de Claudio Suárez y se le adelantó a Lara para darle con martillo a la pelota.
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Fue un golazo inalcanzable para la gran estirada de Campos.
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La mentalidad alemana se hizo presente. México jugó como nunca pero...
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Lágrimas de desconsuelo brotaron de los ojos de jugadores y aficionados por haber jugado de modo excelso ante un histórico del fútbol internacional.
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