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'Txingurri': La decencia y el trabajo del nuevo míster del Barcelona
El apodo de Ernesto Valverde en lengua vasca significa 'hormiga' ¿Podrá con el difícil hormiguero blaugrana de cracks?
A diferencia de otros entrenadores del FC Barcelona, Ernesto Valverde es un hombre que guarda bajo perfil y abandera un discurso sobrio.
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Como jugador, Valverde fue un delantero cumplidor. Lo más cerca que estuvo de ganar un título europeo fue la Copa de la Uefa de 1988 con el Espanyol de Barcelona, perdida ante el Bayer Leverkusen.
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Valverde también jugó en el Athletic Club de Bilbao y su debut como DT de primera fue precisamente con los 'Leones de San Mamés'.
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Desde hace una década que el Barça pretendía a Valverde, pues Andoni Zubizarreta fue su compañero en el Athletic y sabía de su excelente ética de trabajo.
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Sin embargo, el Barcelona es un club muy mediático y preferían decantarse por estrategas de alto caché.
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Así que Valverde hizo su carrera en los banquillos como la hizo sobre las canchas: empezando desde abajo.
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Tras salir del Athletic en 2005, asumió las riendas del Espanyol llevándolos a la final de la Copa de la Uefa 2007.
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No era un equipo de figuras rimbombantes, pero Valverde los convenció de trabajar duro.
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Desafortunadamente para el Espanyol, perdieron esa final en tanda de penales ante el Sevilla, como en 1988.
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Luis García erró su cobro y Raúl Tamudo intentó consolarlo.
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Valverde hizo las maletas rumbo a Grecia para dirigir al Olympiacos del Pireo.
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Tras ganarlo todo en Grecia, asumió el banquillo del Villarreal en 2009. Aquí aparece Aritz Aduriz en sus tiempos del Mallorca.
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Su paso por el equipo castellonense estuvo marcado por la hegemonía liguera del Barcelona de Josep Guardiola.
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El Villarreal lo echó (y, sin él, descendieron a segunda al año siguiente), así que el 'Txingurri' volvió a Grecia para disputar la Champions League.
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En el 2013 acudió al rescate de un maltrecho Valencia para enderezar la nave y meterlos a la Champions. Pero no continuó a sabiendas de que el cambio de dueño en Valencia, Peter Lim, sería muy perjudicial.
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Mientras tanto, Marcelo Bielsa venía de una gran primera temporada en el Athletic, metiéndolos a finales y practicando un fútbol de antología.
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'El Loco' se ganó el corazón de la fiel afición del Athletic, que nunca deja solos a los suyos.
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No obstante, los métodos de Bielsa desgastaron física y mentalmente a los futbolistas vascos. Era necesario un DT más pragmático, como el 'Txingurri'.
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Valverde arribó a Bilbao la temporada que se estrenó el nuevo y moderno San Mamés.
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E hizo lo que parecía imposible: metió al Athletic a la Champions con una plantilla de futbolistas locales y surgidos de Lezama, la cantera bilbaína.
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Para llegar a la fase de grupos eliminaron al Napoli, que ya tenía el equipazo que la rompe en Italia y que maravilla a todos actualmente.
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La desazón napolitana fue grande, pues estaban dirigidos por Rafael Benítez y encima tenían al capo goleador Gonzalo Higuaín.
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Valverde revitalizó a una escuadra que estaba agotada por el trabajo de Bielsa y la llevó a grandes alturas.
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En tiempos en los cuales la Champions es el torneo de las escuadras adineradas, el Athletic se metió haciendo gastos sobrios y trabajando con los jóvenes.
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La plantilla rojiblanca no dio para jugar Liga y Champions, así que Valverde comenzó a foguear chicos para reemplazar a Aduriz, como Sabin Merino.
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En 2015, el Athletic de Bilbao jugó por razones administrativas la Súpercopa de España y le propinó una dura paliza de 5-1 al Barcelona.
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El título se celebró sobriamente, pues el Athletic por historia es un grande de la Liga de España que ha ganado títulos ligueros y jamás ha descendido a la segunda división.
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Valverde dejó una copa para las vitrinas de San Mamés....
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... y también debutó sangre nueva, como la del zaguero central Yeray Álvarez.
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También consolidó a Iñaki Williams, quien aún debe aprender mucho de Aduriz.
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Definitivamente, Valverde no es un DT glamuroso, pero tiene una ética de trabajo a ultranza. ¿Podrá el 'Txingurri' con el pesado ambiente de un club obligado a ganar todo?
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