Mundial Rusia 2018
Caras largas y miradas bajas: así se 'diluyó' la concentración de Brasil en Rusia
Después de la eliminación a manos de Bélgica, el equipo sudamericano se fue este sábado en medio de una evidente tristeza.

Sin duda, uno de los más aclamados por la prensa y los aficionados que estaban en el hotel era Neymar.
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Ederson, portero de Manchester City, no tuvo la oportunidad de atajar en el Mundial.
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Si bien jugó un buen partido ante Bélgica, no fue suficiente para Miranda que de esta forma salía del hotel.
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Fagner, mirando al piso, metía sus mochilas al autobus que llevaría al equipo al aeropuerto de Kazán.
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Danilo, quien fue baja ante Bélgica por una lesión de tobillo, entendía la decepción y así miraba a quienes los veían partir.
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Douglas Costa fue uno de los que cambió la cara de Brasil en el útlimo partido. Así se retiraba de Rusia.
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Fred también dejaba el hotel con cara de pocos amigos. Desilucionado.
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Ni hablar de Gabriel Jesus, que trataba de ocultar su rostro con la gorra.
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Casemiro, también dolido por haberse perdido el juego de cuartos de final, no quería tener contacto con nadie.
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Sin duda, uno de los más afectados fue Thiago Silva, el defensor del Paris Saint-Germain.
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Siendo uno de los capitanes del equipo, rompió en llanto mientras salía del hotel de Kazán.
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Marcelo solo pudo jugar el último partido ante Bélgica, su decepción era evidente.
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Willian, a pesar de la tristeza, agradecía a quienes los estaban acompañando.
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El entrenador Tite pedía disculpas por la presentación del equipo.
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Con cara de decepción ofrecía a los aficionados algún tipo de perdón por salir en esta instancia del Mundial.
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Marquinhos seguía la misma senda. Cara clavada al piso y semblante bajo.
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Alisson Becker fue de los pocos que trató de posar normal ante las cámaras que registraban su salida.
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Así como Roberto Firmino, que buscaba distraerse en su celular.
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Philippe Coutinho fue, para muchos, el mejor jugador brasileño en este Mundial. Pues no podía evitar sentirse mal al irse de Kazán.
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Renato Augusto fue el hombre que le dio alguna esperanza a su país con el descuento en la segunda mitad.
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Neymar, la figura que no apareció, sí lo hizo para el trayecto a casa. Su mirada al suelo demostraba la decepción que sentía todo Brasil.
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